Frente a esta situación, mi sugerencia es sugerir al Board Manager que realice lo siguiente:
a) Escucha activa, empatía y comunicación asertiva
Reconocer emocionalmente al empresario afectado con frases como: “Agradezco que compartas algo tan sensible”. “Es importante que lo atendamos con prontitud y profesionalismo.”
Intervenir con respeto ante interrupciones o minimizaciones, reforzando el valor del respeto mutuo:
“Les pido escuchar con apertura”. “Cada perspectiva suma, pero primero comprendamos el problema.”
Recapitular con claridad el punto central para recuperar foco:
“Estamos aquí para co-crear soluciones viables frente a la presión competitiva actual.”
b) Liderazgo colaborativo, negociación y pensamiento analítico
Reencuadrar la sesión con una pregunta poderosa:
“¿Qué soluciones concretas podemos generar que respondan a este nuevo contexto de competencia internacional?”
Promover la participación equitativa, invitando activamente a miembros más callados:
“Me interesa mucho saber qué piensa cierta persona”
“Quién tiene experiencia en este sector.”
Filtrar ideas poco viables con análisis respetuoso, planteando criterios de factibilidad (tiempo, costo, impacto).
c) Planificación y seguimiento
Documentar los acuerdos como líneas de acción claras (quién, qué, cómo y cuándo).
Asignar responsables y definir indicadores de seguimiento, que se revisen en la siguiente sesión del consejo.
Establecer un mini comité o célula de trabajo para aterrizar las propuestas y dar continuidad fuera del foro.
Este tipo de abordaje no solo alinea al grupo, sino que fortalece la confianza y el sentido de propósito del consejo como un espacio real de generación de valor colectivo.
