Las técnicas de “Escucha Activa” para tal escenario, que yo aplicaría serían las siguientes:
1. Parafrasear la posición del Miembro A
(Después de que Miembro A habla)

Frase exacta:
“Si entiendo bien, consideras que el principal obstáculo es que no estamos comunicando bien nuestro mensaje al mercado, y que una inversión fuerte en marketing digital podría ayudarnos a llegar mejor a los clientes objetivos. ¿Es así?”
(Esta frase refleja empatía, valida su argumento y da espacio para corrección o confirmación).

2. Hacer una pregunta de aclaración al Miembro B
(Después de que Miembro B expresa su desacuerdo)

Frase exacta:
“¿Podrías compartir a qué te refieres exactamente con ‘fallas en el producto’? ¿Son temas de funcionalidad, experiencia del cliente, o algo más específico que hayas detectado?”
(Esto evita asumir, promueve precisión y abre la puerta a información útil para el grupo).

3. Resumir ambas posturas para enmarcar el desacuerdo constructivamente
(Luego de escuchar ambas posturas y aclaraciones)

Frase exacta:
“Veo que tenemos dos perspectivas complementarias: por un lado, Miembro A plantea que el reto central está en cómo estamos llegando al mercado, y propone enfocarnos en marketing digital; por otro lado, Miembro B nos advierte que antes de comunicar más, es clave asegurar que el producto entregue valor real, cumpla la calidad requerida y no tenga deficiencias. Ambos enfoques apuntan al mismo objetivo: fortalecer el crecimiento del negocio. ¿Qué tal si exploramos juntos en qué medida podríamos atender ambos frentes, priorizando según impacto y urgencia?”
(Este encuadre neutral fomenta colaboración y pensamiento integrador).