Como responsable de hacer que el debate fluya y llegue a buen puerto, un BM podría aplicar los 3 pasos del enfoque IBR de la siguiente manera:

Paso 1. Establecer el Escenario<
Objetivo: Reafirmar el respeto mutuo, recordar el propósito del Consejo y generar un clima de confianza.
Frase de intervención:
“Colegas, antes de seguir con el análisis de esta inversión, quiero hacer una pausa breve para recordar algo que valoramos profundamente en este Consejo: aquí, todas las opiniones se consideran valiosas y merecen ser escuchadas con respeto. El objetivo no es ganar una discusión, sino construir juntos la mejor recomendación posible para el caso que nos ocupa.” Utilizando un tono Serio pero empático, buscando despresurizar la tensión sin culpar a nadie.

Paso 2. Recopilar Información
Objetivo: Abrir el espacio para que ambos puntos de vista se escuchen en un entorno seguro y sin interrupciones.

Frase de intervención:
“Para poder avanzar con objetividad, me gustaría que escuchemos primero al Miembro B, quien aún no ha tenido oportunidad de expresar completamente su visión. [Miembro B] ¿te sentirías cómodo compartiendo con el grupo tus principales preocupaciones respecto a esta inversión?”

Y luego, una vez que Miembro B responda:
“Gracias por compartirlo. Ahora, [Miembro A], ¿podrías resumir brevemente cuál es el objetivo central que buscas lograr con tu propuesta, más allá del cómo?”
(Tratar de equilibrar la participación. reformular preguntas acerca de intereses, no de posiciones.

Paso 3. Acordar el Problema
Objetivo: Enfocar al grupo en los intereses compartidos y redefinir el punto de desacuerdo como una oportunidad de colaboración.

Frase de intervención:
“Lo que estoy escuchando es que ambos desean que la inversión sea rentable y que tenga viabilidad a largo plazo. El desacuerdo parece estar en el camino para lograrlo, no en el objetivo final. ¿Están de acuerdo en que el reto que tenemos es encontrar una estrategia de inversión que maximice el retorno y minimice los riesgos identificados?”

Cierre del paso 3:
“Si estamos de acuerdo en ese planteamiento del problema, podemos trabajar juntos para explorar opciones que atiendan ambos enfoques.”

Este enfoque ayuda a que los participantes bajen la guardia, vuelvan al terreno común de los intereses compartidos y se encaminen hacia un proceso más colaborativo y constructivo.